No recuerdo cuándo fue la última vez que escribí.
¿Ficción? Hace unos meses, en un fanfiction dump motivado por el episodio maníaco de una madrugada, mucha cafeína y "Mary On a Cross" de Ghost. ¿Notas informativas? Probablemente desde que salí de la universidad, tantito después. ¿De opinión? Vean el archivo del blog.
Últimamente sólo me encuentro oscilando, con un pie en la tierra de mi trabajo de oficina, y el otro en la disocación. Quité un par de redes sociales de mi teléfono y volví a sacar los tomos que descansaban (ejem, se empolvaban) en mis libreros. Hace meses que no hago ejercicio, tampoco sé cuándo fue la última vez que dibujé en mi sketchbook. Es como si mi dragón creativo dejó de coexsitir con los demás monstruos de mi cabeza, y aplicó un "irish exit". Silenciosamente, se me fue entre los dedos esa chispa por crear y no sé cómo recuperarla.
Pero no soy fatalista. No es una pieza donde hablaré de forma inspiradora, tampoco. No digo que he perdido esa pasión, pero no voy a engañarme y decirles que lo he buscado. Para bien o para mal, me siento en un estado estático, en coma emocional: ni bien ni mal, estable pero inamovible.
Cuándo has estado mal como yo lo he estado, ese vacío no se siente tan mal. Ese silencio quita la música, sí, pero también se lleva el barullo, las distracciones que detonan un meltdown inevitable de sobrecarga de emociones y sentidos. Siempre uso la metáfora del mar, porque como la vida, es lo que más me aterra en este plano existencial. Cuando no hay ni tormenta ni corriente, puedes nadar sin rumbo y cansarte, o darte la oportunidad de solo flotar. Eventualmente vas a dar a algún lado, pero dentro de las olas, creo que igual hay que hallar el momento para solo estar.
Y hoy, solo estoy. Pero cuando hace un año no quise estar, y hace dos estuve determinada a no estar en absoluto, el simple hecho que me sigue dando sol en la cara cada día, me parece más que suficiente. Vuelvo a tener planes, aunque sean pocos, que me dan un rumbo en este 2023. No me atrevo a ver más allá, nunca ha sido lo mío creer en el futuro y soñar en lo que será (bueno, ya no). La única vez que lo hice me adelanté y trastabillé hasta darme en la cara, en el concreto.
¿Pero por qué regreso aquí, si ando en pausa? Pues porque también soy creyente de que ser escritorx no se adhiere a una sola pieza, a un momento, a una carrera profesional o a un hobby. Como buen cliché, escribir y ser escritorx es un estado atemporal. "Once a writer, always a writer". Que no sea mi fuente de ingresos ni tampoco mi forgotten pipe dream no me quita de la misión de siempre decir lo que tengo en la cabeza. A veces en 140 caracteres, otras en una libreta de Tardis. A veces, aquí.
No hago promesas de que regresaré, ni con qué, ni cuándo. Pero el Internet es eterno, la primavera cercana y yo sigo respirando y escribiendo mis pensamientos.
And that's all.
Comentarios
Publicar un comentario